El matrimonio de Marcelo y Marcela en Angol, Malleco
Rústicos Verano Verde 2 profesionales
M&M
07 Feb, 2016La crónica de nuestro matrimonio
Hola, soy Marcela Pardo, vivo en la ciudad de Angol, un pueblito chico y hermoso en la novena región del país. Parto contándoles eso, porque preparar un matrimonio puede resultar más fácil cuando vives en un lugar donde hay muchas personas conocidas, todo queda cerca y cada mano que te pueda ayudar se hace vital, aunque creas tener todo bajo control.Yo tengo 34 años y me casé por el civil con mi esposito hace casi 7 años.
Decidimos celebrar nuestro matrimonio religioso porque ambos somos cristianos (católicos) y llegó el momento en que sentimos la necesidad de hacerlo. Así, planificamos el día para la fecha en la que cumplíamos 7 años de matrimonio. Todo coincidió para que en este 7º aniversario, que caía Domingo 7 de Febrero, lo celebráramos a las 7 de la tarde aprovechándonos del buen augurio que este número pudiera traernos.
Entonces, comenzamos a planificar todo, como con un año de anticipación. Para algunas personas esto era un poco exagerado y pocos tomaban en cuenta la seriedad de nuestra propuesta. El panorama era complicado, ya que el día de la celebración era domingo, por lo tanto la fiesta (que se espera sea de amanecida) implicaba o pedir un día de permiso para quienes trabajaban o tener que aguantar la caña y las ojeras del Lunes de trabajo por la mañana.
Seguir leyendo »Empezamos buscando ideas en internet y con mi esposo ya coincidíamos al menos en la temática y estilo de la celebración: algo así como hippie chic o bohemio. Y mientras buscábamos encontramos la bendita página matrimonios.cl.
Sin esta página, creo que no habríamos superado la prueba. Nos dio pistas de pequeños detalles y cosas que no teníamos pensadas y que finalmente resultan vitales para la celebración. Así me hice totalmente dependiente de cada uno de los tips, consejos, ideas, planificación y testimonios que ofrecía, bajando de a poco mis ansias. En cuanto al novi él “confiaba plenamente en mi criterio” descansando tranquilamente en las decisiones que yo tomaba, lo cual me resultaba cómoda en un comienzo.
Así empezaron a pasar los meses y lo primero que hicimos fue sacar cuentas para ver con cuánto dinero contábamos, sacando presupuestos aproximados gracias a la base que nos ofrecía la página. Lo segundo, fue empezar a buscar el vestido, luego la banquetería y el centro de eventos. Después de eso pensé que todo lo demás eran detalles. ¡Cómo me equivoqué con eso!
Yo me considero una persona no muy complicada, pero sí muy estructurada, quizá muy estructurada y eso me complicó un poco las cosas, ya que como tenía todo pensado tal como lo quería en mi cabeza, llevarlo a la realidad no fue fácil sobre todo para poder encontrar mi famoso vestido.
Comencé a recorrer varias tiendas, en las que la atención de las encargadas y dueñas fue espectacular, con una paciencia única y vestidos de ensueño. Las telas eran una delicia y cada diseño era espectacular, sin embargo, no encontraba uno con el que me sintiera yo. Eso, hasta que encontré el vestido de mis sueños en una página de productos chinos.
Luego de estar a unos 6 meses del matrimonio y al borde de comprar un vestido que le gustaba a toda mi familia y amigas pero no a mí, finalmente mi mamá comprendió que esto solo se vive una vez y me ayudó a correr el riesgo con el famoso vestido chino.
Ya no recuerdo cómo pero buscando en internet encontré una tienda que ofrece estos mismos vestidos chinos por catálogo y que contaba con una diseñadora y servicio de ajustes. Con eso nos arriesgamos y teníamos cierta garantía, esperando que no nos pasara algo así como “esto fue lo que pedí y esto otro fue lo que me llegó”.
Bueno, finalmente el riesgo valió la pena, ya que cuando llegó el vestido éste era felizmente lo que esperaba era mí vestido. Teniendo eso, ya el resto fue más fácil.
Poco a poco se fue dando todo, pero aún me faltaban mil detalles por cubrir. Los días pasaban y no me di cuenta como ya estaba a un mes del matrimonio y seguía coordinando todo, sólo con la ayuda que mi mamá me ofrecía entre sus momentos libres. Cuando comencé a verme superada tuve que pedir ayuda a gritos para que no me bajara la histeria, y en la última semana y precisamente en los últimos 3 días fue cuando todo el caos se generó y para mi sorpresa, viví una de las experiencias más lindas de la vida: el darme cuenta que mi familia es incondicional y que existen amigos que pese a la distancia y los años, dieron todo por ayudarnos. Pudiendo así cumplir nuestro sueño de celebrar nuestra unión ante Dios, con una celebración hermosísima, era el “sueño de una noche de verano”.
Queridos amigos y amigas, luego de lo recién vivido me atrevo a dejarles algunos consejos, teniendo en cuenta que para personas estresadas y “cuadradas” como yo siempre habrá detalles que se nos van de las manos:
1. Como les decía siempre habrá muchos detalles que no alcanzaremos a cubrir, pero que como lo dice la misma palabra son detalles, cosas pequeñas que les aseguro no podrán opacar la felicidad de tan lindo día si estamos rodeados de aquellos a quienes realmente amamos y consideramos fundamentales en nuestra vida. Por eso, enfóquense muy bien en invitar a todos quienes son felices con nosotros y están ahí cuando no lo somos tanto, así (y espero te pase como a nosotros) cuando mires a todos tus invitados sentados en sus mesas te hará feliz darte cuenta que cada rostro que mires será una persona a quien quieres mucho y que una a una han estado en diferentes etapas de tu vida. ¡Olvida los compromisos sociales! Rodéate de quienes sinceramente se alegran por ti y que te aseguro disfrutarán todo por el solo hecho de compartir tu felicidad.
2. Siempre invita al menos a 10 o 15 personas más y asegúrate de confirmar una y otra vez su asistencia. Yo lamenté no haber invitado a todos quienes quise por ajustarme a mi presupuesto, sin saber que finalmente más de 20 personas me cancelaron formalmente. Otros, simplemente no llegaron.
3. ¡Delega y confía! Pequeños detalles como: quien te irá a buscar el ramo, quien pagará ese mismo día los servicios contratados al terminar la fiesta, quien revisará las mesas y la decoración final cuando tú y el novio estén arreglándose. Elige muy bien a quienes te ayudarán con los imprevistos. Alguien que cuente con movilización, que tenga la cabeza fría y que no tenga que desempeñar un rol específico en la ceremonia.
4. Cuenta con dinero disponible en efectivo para esos pequeños detalles olvidados.
5. Asegúrate de facilitar el alojamiento de los invitados que vienen de afuera para que no te ocurra lo que me pasó. Luego de la fiesta tuve que reacomodar y pedir alojamiento a mi familia para recibir a quienes querían viajar de inmediato luego de la fiesta, pero que finalmente se quedaron en cualquier otro lugar.
6. No te olvides del hielo, mucho hielo si es verano. Gracias a mi banquetera y el barman esto estuvo asegurado ¡Me salvaron!
7. Si puedes contrata la decoración. Eso es algo que traté de hacer yo y mi familia, pero olvidé que ese día uno debe dedicar al menos 4 horas para prepararse y el tiempo pasa volando.
8. Si tu vestido es muy aparatoso o largo, busca alguna alternativa de vestido más simple para la fiesta no podría decir la cantidad de veces que me tropecé y me amarré a nudos el pobre vestido “de mis sueños” para poder bailar.
9. Algo muy importante: si alguien te organiza a ti y a tu marido una despedida de soltera/o y ya estás ahí dentro antes de comenzar nada debes hacer prometer a cada asistente (con sangre si fuese necesario) que las fotos y todo lo que ahí dentro pase, quedará solo en la memoria. Después de todo es un rito, una parodia, un momento único que te ayudará a relajarte y reír junto a tus amigas de confianza, compartiendo lo que debería ser tus últimos momentos de soltería junto a un cuerpo seguramente escultural, al que admirarás y disfrutarás por un par de minutos siempre pensando y respetando a tu futuro esposo ¡obviamente! Que no sea que se filtre aquella foto fatal que pudiera ser el motivo para cancelar el matrimonio.
10. Como último consejo reitero lo que planteé en un comienzo ¡Déjate llevar! ¡Disfruta! ¡Comparte, ríe y baila junto a quienes amas! Habiendo comida y música, ya sabes que quienes estén contigo serán familia, serán de confianza y disfrutarán de tu alegría aún si tuvieran para compartir solo un trozo de pan, agua, música y risas.
Servicios y Profesionales del Matrimonio de Marcelo y Marcela
Otros matrimonios en Malleco
Ver todas
Club Social Angol
Centro Turístico Cantera Deuco
Inspírate con estos matrimonios
1 comentario
Deja tu comentario