El matrimonio de Marcelo y Yaritza en Illapel, Choapa

La crónica de nuestro matrimonio

Nosotros vivimos en una ciudad distinta a donde nos casamos, lo cual significó molestar a hartos amigos y familia para empezar con los preparativos. Cuando al fin nos decidimos por los proveedores que nos iban a acompañar en el gran día, empezó todo el show... Las llamadas y los Whatsapp no paraban, mas que estresante era entretenido coordinar tanto detalle y soñar con el gran día.

Una semana antes de la ceremonia, viajamos para ver los ultimos detalles. Fue una semana intensa, a full. Teniamos tantas cosas en mente por hacer y decir en el gran día, que por supuesto muchas pasamos por alto y nos vinimos a acordar ya en la luna de miel.

Al fin cuando llegó el ansiado día, no tuvimos ni tiempo ni de comer antes de la ceremonia que fue a las 17:30 en la iglesia que siempre, yo como novia, me habia imaginado entrando de blanco. Cuando tenia que ponerme el vestido, habia olvidado sacarlo de la caja y estaba un poco arrugado ¡ups! Luego, mi velo se habia ido entre las cosas de mi novio y tuve que pedirle que me lo enviaran inmediata desde donde él estaba ¡otra vez ups! Inmediatamente empezaron a sonar las campanas de la iglesia (que quedaba muy cerca de la casa de mi mamá) y mi novio no llegaba y yo aún no tenia mi velo. Eso fue lo más trágico.