El matrimonio de Marcos y Margarita en Antofagasta, Antofagasta

Después nos fuimos, él se quedó en la casa de sus papas (donde vivíamos para ese entonces) y yo a la casa de mis papas, almorzamos algo liviano y empezó la acción, yo me puse a decorar el auto con unos autoadhesivos que se me ocurrió hacer, la verdad es que no fue muy buena idea porque nadie podía despegarlos para ayudarme así que termine casi sola decorándolo, pero quedó tal como lo había imaginado. En ese rato mis papas se fueron a ver los últimos detalles a la iglesia que habíamos dejado decorada el día anterior, pero para la mala suerte nuestra se había caído toda la decoración y mi mamá con mi papá solos la redecoraron.

Mi papá era el que me iba a llevar a la peluquería y como se había quedado decorando la iglesia no llegaba, yo tratando de aguantar los nervios hasta que llegó me subí al auto y partimos, llegamos a la peluquería y estaba cerrada, no lo podía creer, me comunique con la peluquera y me dice no se supone que te casas mañana, yo casi me desmayo, ya me veía maquillándome en cualquier parte que encontrará abierta, en fin la peluquera bajó corriendo a abrir y empezaron a embellecerme, me encantó el maquillaje y peinado, en especial el maquillaje que me duró toda la noche.

Para ese entonces mi esposo estaba llevando la torta al local, y al muy chistoso se le quedó una torta en la casa y tuvo que ir nuevamente a dejarla, como mi amor estaba súper ansioso, se fue tempranísimo a la iglesia, mientras yo seguía en la peluquería, llegué a mi casa tranquila y feliz a vestirme, se suponía que mi mamá me iba a ayudar en esta tarea, pero se había atrasado y no me podía vestir, al final me aburrí y me empecé a enojar pero me la aguanté porque no quería que nada arruinara mi día, me puse el vestido sola y me pase a llevar el peinado, al final mi papá me ayudó a vestirme, mi papá que es mecánico automotriz y en la vida había vestido a alguien, se puso a ayudarme con el cierre y el corset, recuerdo a mi padre vistiéndome y me da mucha risa, jamás pensé verlo haciendo algo así, más encima como mi peinado se había desarmado tenía que arreglarlo de alguna forma, y no sabía cómo hacerlo porque soy malísima peinándome. Al final fue mi papá quien nuevamente me ayudo, y me peinó, la verdad es que el peinado no quedó tan bonito como estaba antes, pero el sólo hecho de imaginarme a mi papá peinándome me ponía a reír, él jamás había tomado un cepillo.

Entre tanto show se nos había empezado a pasar la hora y ya estaba media hora atrasada, mi cuñada no paraba de llamarme para apurarnos, en ese entonces había llegado un primo que sería el que llevaría en el auto a mi mamá, y mi papá se iría conmigo en mi auto, cuando íbamos saliendo mi papá no encontraba la llave del vehículo y los nervios empezaron a llegar, empezamos a buscar la llave por todas partes hasta que las encontramos, donde mi papá se había puesto a ayudarme no se dio cuenta que las dejó adentro de una caja en la pieza.

Después de todas las peripecias que pasamos, llegué por fin a la iglesia, estaba llenísima, todos los invitados estaban ahí, fue muy emocionante ver a mi familia, amistades, seres queridos esperando mi llegada. Empezaron todos a ingresar, comenzó la ceremonia, se escuchó la marcha nupcial y mi novio entró muy nervioso del brazo de su madre, yo empecé a entrar muy emocionada, tengo que confesar que me tuve que aguantar las ganas de llorar. Habíamos ensayado todo lo del ingreso a la iglesia, pero con el vestido, todos los invitados mirando, mi novio en el altar todo era distinto, empezó la ceremonia que fue hermosa, súper precisa, el pastor fue muy cariñoso, aparte de toda la ceremonia tradicional, hicimos la ceremonia de la vela, donde los padres nos entregan una vela la cual simboliza todos los valores y enseñanza que nos han entregado nuestros padres. Con estas velas encendimos una nueva que simboliza la nueva familia que estamos formando.

Salimos juntos con mi esposo y no sabíamos qué hacer cuando se terminó el pasillo de la iglesia, hasta que vimos a una tía de mi esposo que se acercó a abrazarnos y nos salvó, todos se acercaron a saludarnos y abrazarnos, se volvió algo caótico porque no pensé que abrazaría a tantas personas.

La caravana fue entretenida, yo había decorado tarro por tarro que se fueron metiendo bulla por todo el camino, pasamos a la sección de fotos a la plaza Nicolás Tirado, quedaron súper bonitas, en ese entonces los invitados había llegado al salón donde los estaban esperando con el coctel, llegamos al salón e ingresamos entre aplausos, nos tomamos algunas fotos familiares y pasaron los invitados a las mesas para empezar a bailar el vals, habíamos ensayado por semanas el vals, que fue el tradicional, después pasaron los padres a bailar y se pusieron a pasar un montón de familiares, los abuelos, los hermanos, tíos y tías, el animador no hallaba como parar el vals, fue súper lindo.

La cena estuvo rica, a todos les encantó el ceviche de pollo que escogimos de entrada, filete con tomate relleno con queso de cabra, y trilogía de postre. Empezó la fiesta con tres pies de cueca, donde varios se pararon a bailar, después el dj puso la música, repartimos las hawaianas que teníamos de regalo para las mujeres, que hasta el día de hoy me lo agradecen, y más tarde hicimos los juegos típicos, yo lancé mi ramo, donde todas las solteras querían agarrarlo, mi esposo lanzó mi liga (que él tenía en su bolsillo porque qué vergüenza que me la sacara) y fue muy chistoso porque la agarró un primo soltero de mi esposo que no se quiso parar a atraparla, como andaba sin pareja no la quiso aceptar y volvieron a tirar la liga, y los simpáticos de los solteros hicieron una ronda alrededor de la liga sin que ninguno la atrapara. Como sorpresa mi novio tenía de regalo un whisky para los casados, cuando lanzó la caja todos se tiraron al piso a pelear por ella.

De ahí siguió la fiesta pero entró a tocar la banda, donde todos los invitados se motivaron mucho más y salieron a bailar, más tarde llegó el famoso carrito de completos que arrendó mi esposo para el bajón, él es fanático de los completos y no podían faltar en este día tan importante, nosotros nos quedamos hasta tardísimo, nos fuimos al terrado donde mi hermana nos había regalado una estadía por dos días, la pasamos súper y el día lunes comenzamos nuestro viaje de luna de miel a la isla de Chiloé donde todo fue mágico, lejos ese ha sido el mejor viaje de mi vida.

El día de hoy nos encontramos viviendo feliz de la vida en el segundo piso de la casa de mi mamá donde nos construimos un departamento, siempre que vemos el video de nuestro matrimonio recordamos todos esos momentos geniales que vivimos en uno de nuestros día más importante de nuestra vida.

Sólo me queda agradecer a Dios por todas las bendiciones que me ha entregado en la vida.

Comparto fotos de nuestro hermoso matrimonio y de nuestra pequeña familia.