El matrimonio de María José y Rodrigo Alejandro en San Bernardo, Maipo
Elegantes Verano Dorado 4 profesionales
M&R
24 Feb, 2018La crónica de nuestro matrimonio
Desperte en la mañana junto a mi novia pensando que hoy sería el gran día. Me levanté y hablé con Francisco Yáñez quien dirigió la iluminación y música del evento. Al llegar al salón de evento (Casona Catemito) comenzamos con la instalación y pruebas donde por la ansiedad del momento discutí brevemente con el organizador. Luego me dirigí a mi casa donde se encontraba mi novia con sus damas de honor y mi suegra, tomé mi vestuario y con 2 amigos de infancia me fui a la casa de los padres de ella para vestime.
Ahí llegó el auto que gentilmente mi compañero de trabajo nos ofreció, él se fue a buscar a mi novia y yo me fuí a la iglesia.
Al llegar a la iglesia había mucha gente ya esperando afuera, saludé uno por uno con un cariñoso abrazo y hablé con varios esperando la llegada de mi futura esposa.
Disfruté cada momento al ver como todos miraban con tanto cariño, ilusión y alegría.
Después entré a la iglesia junto a mi madre. Caminamos hasta el altar y esperé varios minutos a que llegara ella: la mujer que amo.
Seguir leyendo »En un momento comenzó a cantar la soprano e ingresaron las damas de honor con sus acompañantes, para luego ver al final la imagen más esperada que desde joven soñé, venía ella junto a su padre, con un pelo rojo que la hacia ver única. No aguanté la emoción, alegría, esa sensación fuerte que te da en el pecho, que lloré.
Al llegar al altar, abracé fuertemente a mi futuro suegro y le di un beso cariñoso a mi madre para después tomar la mano de mi futura mujer.
En mi mente pasaban muchas cosas pero lo más fuerte era recordar las palabras que se debían decir y que para mi tienen mucho sentido "gracias María José por aceptarme como esposo y estoy feliz de haberte elegido como esposa y te cuidaré y amaré por siempre".
Mi hijo miraba con tanta alegría que su sonrisa quedó grabada en mi mente.
Luego con su inocencia nos acercó los anillos y fueron bendecidos para convertirnos en marido y mujer.
Al salir recibimos todo el cariño de cada persona con abrazos y buenas intensiones para luego tomar el auto y esperar un poco a que llegaran todos al salón de evento.
Coordinado con el organizador nos fuimos al McDonadl's donde nos regalaron algunas cosas y nos tomaron un sinfin de fotografias. Esto en el Centro de San Bernardo.
Después llegamos al salón y nos esperaba una batucada la cual le dio el sabor inicial de lo que teniamos preparados. El asombro y gozo de los invitados nos dieron la razon de que esa locura era necesaria.
Pasamos a las fotos con quien quería un bello recuerdo y compartimos con cada persona para hacerlos sentir especiales.
Luego todos entraron y llego el turno de nosotros. con una canción de AC/DC ingresamos cuales rockstars entran a su escenario.
La cena estuvo increíble la cual fue sasonada con un saxofonista (David Chávez) quien con su profesionalismo logró deslumbrar su trabajo.
En tanto yo tomaba coraje para cantar una canción dedicada a mi esposa. Los nervios me comían y trataba de recordar para no hacer el ridiculo. Al comenzar todo fluyó (ensayé mil veces solo) y sentí que aunque canté muy mal la intensión logró su objetivo (demostrar que amo demasiado a mi esposa).
Con el apoyo del presentador comenzó el baile donde habiamos ensayado unas horas antes viendo un video de Youtube. Gracias a Dios salió bien y sacamos aplausos después con nuestros familiares y terminamos con una cueca que iba dedicada a ella "la consentida". Ella no quería, pero somos chilenos y a mi me encanta.
Después hicieron juegos de solteros, solteras, casados, casadas, liga para continuar con la fiesta.
En ella se abrió la barra libre y tomé un trago que le llamamos Power Ranger (whisky con energetica) y me sentía después de algunas horas un curado energético, sentía todo bien, pero curado, pero no curado, sensación extraña pero bacán porque disfruté cada baile que hice.
Cuando la fiesta estaba perdiendo un poco la intensidad llegaron los robot LED, los cuales volvieron a prender todo y ahí se disfrutó hasta la última gota, con pistolas con trago encendían a cualquiera.
En un momento me raptaron hasta la cabina de fotos para tener varios recuerdos con varios que estaban esperando, después jugué en la máquina arcade para recordar que jamás dejamos de ser niños y abracé fuertemente a mi hijo porque por él todo lo que estábamos viviendo era posible.
Al final la fiesta acabó y quedó una duda ¿cómo nos vamos a la casa?
Mi auto estaba siendo ocupado por la familia de mi señora y no teniamos transporte.
Al final nos subimos todos al auto muy apretados, una tía manejó y nos dejó en nuestro hogar, mi hijo se fue con mi suegra y nosotros terminamos nuestro día especial con mucho amor.
Nos asustamos, nos reímos, peleamos, lloramos, disfrutamos, pero salió todo perfecto y fue el matrimonio que siempre soñé de adolescente. Casarme en grande.
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