El matrimonio de Maritza y Nelson en Puerto Varas, Llanquihue

La crónica de nuestro matrimonio

Hace un año y medio que planificamos el matrimonio y siempre estuvimos relajados. Llegó por fin el día y siempre hay muchas cosas que hacer pero mi familia y la familia de Nelson fueron muy amoroso y nos ayudaron mil.

Ese día me maquillaron y peinaron en un hotel y todo bien, mis nervios comenzaron cuando me puse el vestido y caí completamente que me casaba. No podía casi respirar pero poco a poco fueron pasando los nervios porque mi papi me relajó con muchos chistes. Llegamos a la iglesia y vi a Nelson emocionado por verme, vi a mi papá emocionado por llevarme, y fue inevitable no llorar, mis lágrimas rodaron por mi cara, pero yo iba muy feliz. Estaba casándole con el hombre de mi vida. Todo salió perfecto y la celebración estuvo espectacular, los invitados la pasaron súper, comimos y bebimos rico, nos pedían casarnos de nuevo. La emoción también estuvo presente, nos fuimos todos llenos de amor. Como experiencia personal y de pareja, casarse es lo mejor.