El matrimonio de Matías y Karina en Las Condes, Santiago

Atrasada, por supuesto, bajando al lobby del hotel para irme a la iglesia (que es muy divertido, porque todo el mundo te mira con cara de "que linda se ve"), con los nervios que ya quieren matarte, nos tomamos algunas fotos, y ya es una gran odisea subirte al auto, porque no quieres que se te mueva y arrugue nada (el auto que contratamos, solo tenía sunroof, ¡porque descapotable arruina tu peinado!). Muy tranquilamente junto a mi padre nos dirigimos a la iglesia que quedaba muy cerca, por lo que no era tan terrible mi pequeño atraso de 20 minutos. Y aunque yo hace un tiempo notaba que ya no se hacía, la gente sigue tocando la bocina para felicitarte y desearte buenas vibras de los otros autos. Bueno, llegamos a la iglesia, que estaba preciosa adornada, mis invitados corrían, cuando vieron que llegué en el auto, a ubicarse en sus asientos en la iglesia. Yo, para darle más expectativa me di otra vuelta, para que estuvieran ya todos acomodados, ¡pero aquí viene lo más terrible de todo mi día! Me bajo con mucho glamour junto a mi padre, mis hermanas me esperaban para arreglar mi cola y velo eternos, y cuando voy caminando al altar me doy cuenta que se me quedó el ramo en el auto. ¡Casi me morí!, de hecho al acordarme paré y casi que pensé en ir a buscarlo, pero volví a meditarlo y ¡novia fugitiva no quería ser, ¡así es que "a morir"! Seguí muy digna, y de reojo veo a mi hermana corriendo con mi ramo (que era hermoso) y me lo entrega disimuladamente a mitad de camino, por lo que pude respirar un poco más tranquila. Algunos de mis invitados, unos se dieron cuenta (amigas) y otros no, pero me decían sobre todo los más viejos: "¿por qué entraste tan seria y casi como enojada?".

¡Después ya todo fue genial! Llegar al hotel, recibirnos con un exquisito cóctel en un salón especial para mi familia y nosotros, tomarnos nuestras fotos correspondientes, y, como consejo, no dejen que las apuren con ese proceso de las fotos, ¡porque finalmente es lo único que les quedará de recuerdo!

Nosotros tuvimos un matrimonio bien elegante, pero quisimos darle un giro musical/rockero a ciertos detalles que le dieron un toque bien choro… por ejemplo, nuestra entrada al salón fue con una canción de ACDC, Matías con unos lentes oscuros y yo con una chaqueta de cuero. Eso les gustó mucho a todos, y salió de lo habitual, los números de mesa fueron discos de vinilos (los más pequeños) con un sticker de grupos musicales rockeros, ¡que finalmente se los llevaron todos! (los hicimos nosotros y quedaron geniales). Bueno, son algunos detalles que pueden darle un toque distinto y simpático a tu matri, sin sacarlo de lo elegante.

Finalmente, la cena y algunas entretenciones que contratamos durante ésta, estuvieron fantásticas para amenizar, música de fondo muy grata, al pararnos a saludar a nuestros invitados durante un plato y otro, veíamos que estaban todos contentos, solo recibimos opiniones positivas en relación a la decoración, música, la comida y tragos exquisitos y abundante tanto el cóctel como la cena en sí, así es que estábamos más relajados y felices.

Luego pasamos al vals, el cuál fue una canción que un grupo que se llama Foreigner, nada de típicas canciones de vals, por lo que también le pusimos nuestro toque de balada rock, ¡y les encantó! Una vez terminado, ¡empezó la fiesta! Más temprano de lo visto en los timming, así es que nuestro carrete duró hartas horas, tuvimos un cotillón escogido por nosotros en diferentes lugares (hasta encargamos unas pantuflas de emoji, que causaron sensación), shot de copetes para nuestros amigos. Algunas performance de nuestros amigos más cercanos que nos hicieron reír muchísimo.

Bueno, hicimos lo típico de lanzar la botella de whisky por el novio, y las cintas del ramo conmigo que salió muy bonito. La liga no la hicimos porque particularmente no nos gusta, pero quien lo hace está muy bien ya que sigue siendo tradición, al igual que sí tuvimos torta, que era un diseño que escogí yo y la pastelera lo hizo precioso, y como nunca a muchos les encantó (ya que es raro que les guste la torta de novios), y su estación de comida rápida para el final con su infaltable consomé.

En resumen, fue una noche tal cuál como la pensamos y soñamos, pero sería mentira si les dijera que no pasan detalles que hacen pasar pequeñas rabias y aumentar los nervios, pero nada que no se pudiera solucionar. Y el famoso dicho “disfruta porque la noche se pasa volando” es más que cierto... así es que para los próximos que estén por casarse, ¡disfrutar a concho! Pasarlo bien junto a sus familias y amigos que ustedes son los protagonistas.

¡Cariños!