El matrimonio de Nicolás y Valeska en Antofagasta, Antofagasta

Algunos de los invitados que eran de otra ciudad (aprox 3 familias) decidieron viajar independiente si se hacía o no una semana antes y no pudieron porque ocurrió lo del paro de los camioneros y no dejaban entrar. Mi mamá y otros familiares de aquí de Antofagasta habían viajado afuera y tampoco sabían si iban a poder cruzar, pero estábamos con Nicolás un poco relajados porque aún era incierto nuestra celebración. Abrieron los caminos y mi mamá pudo devolverse llegando unos días antes del día y otros familiares también... y las otras 3 familias que no pudieron viajar por el paro iban a hacerlo aprox. 3 días antes del matrimonio pero no pudieron por qué se contagiaron con covid… hasta ese entonces estábamos ya medios colapsados porque no pasábamos de fase, era todo incierto: familia que venía no pudo venir, y habían detalles que dejamos de lado porque hasta ese entonces todo era incierto( detalles simples pero no menos importantes).

El centro de eventos que contraté me decía que estaba la opción de re agendar pero una fecha incierta porque no era la única novia en la misma situación, y entonces tuve que empezar a comunicarme con todos los servicios externos para empezar a preguntar posibles fechas para re agendar (ramo de novia, torta, fotógrafo, decoración, maquillaje, peinado etc., etc.). Era un caos, era como volver a cotizar de nuevo, cuadrar todo de nuevo y cruzando los dedos que todos tuvieran disponibilidad porque si no, ya no sabíamos qué más hacer.

Entre tanto conversar con la productora contratada (mismo centro de eventos) el día 17 de febrero antes de las 15:00 (me encontraba hablando con la productora) me empiezan a llevar las notificaciones de mensajes muchos msj, eran muchas personas avisándome que habíamos cambiado a fase 3. En ese momento colgué el teléfono me puse a revisar, Nicolás puso las noticias y yo no hice más que llorar, no sabía por qué pero estaba llorando como María Magdalena. Llamé a productora, le avisé, quedó en devolverme el llamado para verificar, me llamó, conversamos, y otra de las opciones era realizar el evento de igual manera pero en otro local, y ellos como productora se encargaban de todo... quedamos en eso para poder ver realizar igual mi matrimonio el 24 de febrero de 2022.

A estas alturas mientras lloraba saque mi lista de cosas pendientes y no sabía cómo iba a lograr tanto en tan pocos días (como dije anteriormente nos habíamos relajado en algunas cosas porque aún era incierto todo). Asistí al nuevo local para verlo y debo reconocer que no era como lo que esperaba, era lindo pero aun así algo no me convencía, pero ya estábamos en eso y había que darle para adelante.

El día 18 confirmé a todos los invitados que iba el matrimonio pero con cambio de lugar y con Nicolás no paramos ningún momento desde ese día hasta el 24, parecía operadora de teléfono afinando detalles con todos los servicios.

Ya tenía una idea clara del color de mi matrimonio es una combinación fuera de lo tradicional pero amo esos colores y yo quería que todo fuera así en esos tonos. Desde las personas que decoraban hasta la que hizo la torta un poco temerarias me preguntaban si estaba bien esos colores, yo les decía que sí, y en conjunto con ideas de ellas de cómo podía quedar mejor quedamos ya con la idea clara (amarillo con calipso, turquesa, dentro de esa gama).

Teníamos solo 6 días para terminar de organizar el matrimonio, eran 6 días y los sentí como si hubieran sido 3. Habíamos planeado un baile sorpresa con unos amigos (que no ensayamos hasta la noche anterior del matrimonio porque era el tiempo que podíamos juntarnos, el 23 de febrero a las 22 horas nosotros ensayábamos el baile sorpresa para el gran día.).

Recordé que a mis vestidos había que hacerle un pequeño arreglo de largo, y Nicolás debía también arreglar su Gillette, corrimos todos esos días, había olvidado las uñas, encontré hora justo para el día anterior del matrimonio. 3 días antes del evento me avisan que otra familia completa tiene covid, ahí ya mi lista de invitados había bajado considerablemente, pero decidimos hacerlo nomas con los que fueran.

Llegó el gran día 24 de febrero, con Nicolás nos casábamos a las 10:30 en el registro civil y por aforo sólo podíamos estar 10 personas en la ceremonia (contando testigos, fotógrafo y quien nos casó) y a las 19:30 era la celebración con todos los invitados. A pesar de que los días previos fueron 6 y los sentí como 3, sentía esta sensación de que el día no iba a llegar nunca, sentía que habían quedado tantas cosas pendientes y no podía recordarla. Nicolás me contenía diciendo que ya estaba todo ok y no me preocupara pero yo con mi ansiedad a tope no me tranquilizaba.

Llegamos al local con Nicolás a las 18:30 para una sesión previa solo los dos, y ahí recién pude respirar. ¡¡¡Estaba hermoso!!! Los colores que yo escogí que me preguntaron un par de veces si estaba segura, la torta montada, la mesa de los novios, Nicolás estaba precioso esperando con su traje de novio (ninguno de los dos sabíamos nuestro vestuario hasta el gran día, en colores, estilo y etc... así que hicimos esa sesión para vernos por primera vez con nuestros trajes y el fotógrafo inmortalizará todo) ¡¡¡era todo perfecto!!! Era incluso mejor de cómo lo pensé, yo dije: mi gama de colores, el estilo más o menos que quería y todas las personas que trabajaron en eso, lo hicieron realidad mucho más mejor de cómo lo había imaginado.

La celebración fue un éxito, bailamos (el baile sorpresa salió muy genial a pesar de haber ensañado el día anterior), comimos, la cantante que fue arrasó con todo, comida rica y una pareja recién casada muy feliz y enamorada, no podía pedir más... Después de que en menos de una semana todo estaba en el limbo no podíamos creer con Nicolás que nuestro sueño se había hecho realidad.