El matrimonio de Pablo Contreras y Claudia Alarcón en Quintero, Valparaíso

La crónica de nuestro matrimonio

Mi actual esposo me pidió matrimonio el 14 de febrero para concretarlo este 4 de nov en homenaje al cumpleaños de mi madre. Así fue que tuve los suficientes meses para planificarlo. A medida que pasaban los días la ansiedad crecía, pero estaba tranquila porque iba todo bien encaminado. Nunca pensé que el mismo día del matrimonio sería una locura, parecía como si todo quisiera boicotear mi matrimonio.

Nos casamos en un centro de eventos apartado de la cuidad, así es que muchos andaban perdidos y un gran porcentaje había quedado en Panne, mi cel sonaba como nunca y yo sin poder llegar a mi casa a arreglarme porque me topé con un taco de 2 horas por accidentes varios (por cierto, ninguno con heridos). Llegué a casa con poco tiempo para prepararme, los de la fotografía sacando fotos hasta porque iba al baño para grabar la 'historia' que ellos llaman, mi padre, que había salido a dar una vuelta no llegaba porque había tenido un leve pánico escénico, bañándome a la rápida y a mi hijo pequeño también para esperar a la peluquera y maquilladora. Durante el caos, un audio, la maquilladora había pasado un ceda el paso y le dio un topón a otro auto y estaban esperando a los carabineros, ya imaginarán el estrés. Hubo muchos detalles que no alcancé a terminar, pero nadie se iba a dar cuenta en todo caso. Cuando ya era la hora de partir a las afueras de la ciudad, mi chofer estaba atrapado en otro taco en la carretera, así es que un invitado tuvo que desviarse para pasar a recogerme, ya íbamos atrasados. Al llegar al centro de eventos, nos sentimos aliviados porque la jueza aún no había llegado, pero lo que yo no me enteraba aún era que nadie sabía de la jueza, estaba inubicable y con media hora de retraso, no había celular para ubicarla y la línea 600 del registro civil sólo funciona día hábil para operadoras.