El matrimonio de Pedro y Roxana en Curanilahue, Arauco

A eso de las 18:15 hrs., llegó Mauricio y su acompañante, quien traía la Cabina Selfie. Desde ahí mi casa fue una locura, mientras yo estaba muy tranquila, veía cómo mi madre corría porque ya era tarde, mi hermana estaba más nerviosa que yo, mi papá no llegaba aún a la casa a cambiarse de ropa porque estaba esperando que fuesen a dejar unos productos al local del evento, mis sobrinos llegaron (de 10, 3 y 2 años respectivamente) y ellos sólo querían salir luego de la casa con sus hermosos atuendos, y yo seguía muy relajada.

A las 19:25 hrs., recién me puse mi vestido de novia, y quien quedó encargada de ponerlo bien en su lugar fue mi hermana (sí, ella no se perdió ningún instante ya que somos sólo las dos y yo soy la menor), pero los nervios la traicionaron y me dijo que no me quedaba, que no cerraba, recién en ese momento me entró todo el nerviosismo, el estrés y todo lo malo pasó por mi cabeza, respiré profundo, y le dije que volviera a hacerlo pero con más tranquilidad. Creo que los nervios la traicionaron, porque al final volvió a hacerlo y el vestido quedaba perfecto, tal cual como me lo había probado el día martes de esa semana.

Mi casa seguía siendo una locura, todos corrían para todos lados y yo ya comencé a ver la hora y necesitaba estar en la iglesia a las 19:45, eran las 20 hrs y yo recién comencé a salir de la casa.

Como Curanilahue es una ciudad chica y la iglesia a la que asisto queda en una calle no muy transitada, el llegar ahí no hubo problema, llegamos a las 20:05 hrs, pero sucedieron unos imprevistos, por ejemplo: un primo del novio dejó el auto estacionado en el lugar donde tenía que quedar nuestro auto especial, así que tuvieron que salir a sacarlo, además se suponía que en la iglesia en una de las bancas debía estar colocada una cinta, que es una tradición en la iglesia, y se nos había olvidado ponerla, y como el auto tenía de decoración unas cintas de género en la manilla de las puertas, las sacaron de ahí y las pasaron para ponerlas donde debían ir; y al final terminé bajando y entrando a la iglesia a las 20:20 hrs. Imagínense cómo estaba en ese minuto, ahí ya no podía más de los nervios.

En el trayecto a la iglesia mi papá nunca soltó mi mano, eso me hacía sentir segura y protegida. Ese momento al recordarlo aún me emociona, ya una vez bajando del auto y entrando a la iglesia, vi mi querida iglesia llena de gente, de todas las personas las cuales invitamos, pero tenía tantos nervios que creo que nunca sonreí al entrar... ¡Pero son detalles!

La cara de mi amado al llegar donde él fue mi mayor tranquilidad, me miró y me susurró al oído "te ves preciosa mi gorda". Ahí sí salió mi sonrisa.

La ceremonia religiosa estuvo muy linda, mi pastor fue muy breve y preciso, nos puso la bendición de Dios, firmamos el libro de registro de la iglesia, mientras en el data se proyectaban muchas imagenes hermosas con la canción "Mi vida sin ti" de Jesus Adrián Romero. Al finalizar la ceremonia, ya mi amado esposo me dijo, ahora sí mi amor con todas las de la ley, avanzamos por el pasillo muy felices.

Salimos de la iglesia, nos sacamos una foto con los invitados, nos damos la vuelta para irnos y comenzaron todos los invitados a saludarnos, eso sí que fue una locura, queríamos salir inmediatamente para poder llegar luego al centro de eventos, pero fue imposible. Al final salimos casi de noche a dar el city tour con el fotógrafo, pero aún así las fotos estuvieron muy lindas, ¡nosotros fascinados!

Al momento de llegar al local, el animador nos presenta, sentía que estaba en un desfile de modas, y de ahí en más todo estuvo divino. La comida preparada por personas contratadas y amigas de la familia estuvo muy rica y abundante. Los invitados disfrutaron de los juegos del animador, en algunos participó mi mejor amigo y hermana, y por parte del novio su mejor amigo y hermana igual. La gente se reía y disfrutaba de eso.

Hubo dos sorpresas muy lindas, la primera un amigo que no pudo viajar desde Aysén porque no le concedieron sus vacaciones, me envió un video donde tocaba su saxofón y nos dedicaba unas lindas palabras.

La otra sorpresa, no me la esparaba y fue de parte de mi hermana y una amiga en común, me hicieron mirar hacia el data y comenzaron a aparecer unas lindas palabras, y luego escucho cantar a mi hermana, me emocioné bastante pero me hizo no mirarla ella, sino más bien a la pantalla porque si no ambas lloraríamos (sí, somos muy sentimentales).

Quien fue el encargado de prender más la fiesta, fue un amigo que se dedica al baile entretenido, la mayoría de mis invitados estaban felices (los demás eran gente más de edad que estaba sentada mirando cómo los demás bailaban y disfrutaban), yo bailé, jugué, estuve con los invitados, me saqué fotos, la pasamos super bien junto a mi marido. Los solteros tuvieron premio y los casados igual, repartimos bolsitos de regalo ecológicos, además de unos imanes de madera para el refri, y obvio que los que usaban la cabina selfie llevaban sus fotitos de recuerdos, mientras nosotros nos quedamos con un lindo libro con la foto y mensaje de cada invitado. Fue tal cual lo soñamos en algún momento, y lo mejor de todo es que fue organizado por nosotros.

La fiesta duró hasta las 6 de la mañana, cerramos el local a las 06:30 porque ya a esa hora todos sólo queríamos descansar, y así lo hicimos.

Hubo detalles que me enteré a los días siguientes de cosas que pasaron, pero nada que no pudieran resolver la gente que trabajó para mi fiesta ese día.

Ahora, ya con más tranquilidad estamos de vuelta en el trabajo, en nuestra casa en Cañete, y muy felices viviendo nuestro matrimonio, donde esperamos que Dios y nuestro amor nos haga inmensamente felices, con muchas satisfacciones pero siempre de la mano el uno del otro, como de Dios.