El matrimonio de Rodolfo y Pía en Las Condes, Santiago
Elegantes Primavera Azul 7 profesionales
El 21/10/2017 344 0 0
R&P
21 Oct, 2017
La crónica de nuestro matrimonio
Fue mágico, creo que toda novia debe sentirse así. Cuando desperté ese día nos miramos con mi hija de 8 años y nos faltó poco para ponernos a saltar en la cama de felicidad que al fin había llegado el día.
Llegó una prima que fue quién nos peinó, nos relajamos, pues estábamos con tiempo, copuchamos, reímos. Luego llegó mi tía maquilladora profesional que vino desde Argentina exclusivamente por nosotras. Llegó el fotógrafo y comenzó ya la acción, aún no estaba nerviosa, más que nada ansiosa y feliz de lo que estaba pasando.
Luego llegaron mis padres y mi hermano, el departamento, céntrico y pequeñito, se llenó y comenzó la emoción a full. La adrenalina de que en menos de una hora estaría casándome me tenía corriendo. Mi madre enredada con la cinta del vestido y mi padre y hermano poniendo los adornos al auto de los novios. Yo estaba urgidísima porque no quería ser una novia atrasada.
Partimos a la iglesia, y la gente nos tocaba la bocina. Emoción cada vez mayor. Llegamos a la iglesia y para mi estrés nivel infinito, estaba bloqueada la entrada y no tenía espacio para bajarme, mis emociones estaban en el límite, jamás me había sentido tan sobrepasada tiritaba de felicidad, ansiedad, amor, tanto así que tuve que parar unos segundos a respirar profundo para calmar las lágrimas que estaban por explotar. No quería entrar llorando. Tuvimos damas de honor y padrinos, a lo gringo, que hicieron que la entrada fuera más única aún.
Seguir leyendo »Entré y sentí un amor tan infinitamente grande, mi esposo bello, nuestra hija, familia, amigos, el curita, el lugar, todos con pura cara de amor. Escribo esto y tengo un nudo en la garganta.
La música estuvo perfecta. Cantó una amiga de la familia, todos lloramos al incorporar a nuestra hija en la ceremonia, al darle una medallita luego de que nosotros intercambiáramos las argollas.
Salimos y estaba el auto esperándonos para partir a celebrar. Nuevamente en el camino la gente nos saludaba y nos tocaban la bocina.
Llegamos a Santa Martina, el día estaba despejado y todos pudieron disfrutar del paisaje, nos recibieron con un coctel muy abundante cuando entramos triunfantes al salón, quedamos maravillados por que la decoración quedó más bella de lo que habíamos acordado, hasta las sillas fueron tema de que eran perfectas. Un violinista acompañó la cena que fue un toque genial, con canciones actuales.
Los primos de mi marido nos tenían una sorpresa para comenzar la fiesta, una coreografía que terminó con muchos invitados en la pista, ¡estuvo genial! Luego el DJ prendió la fiesta, que no paró hasta las 5 am., hubo fotos de Mira el Pajarito para hacer más entretenida la noche, cotillón, hasta el ramo fue sorpresivamente como quería, pues le cayó a mi hermana sin que lo hubiéramos preparado.
Tantos detalles que se me escapan en este resumen de un día indescriptiblemente feliz, estoy eternamente agradecida de poder haber hecho realidad mi sueño y de sentirme tan amada.
¡Gracias!
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