El matrimonio de Rodrigo y Camila en Pichidegua, Cachapoal

La crónica de nuestro matrimonio

Rodrigo y yo, desde el principio, quisimos tener un matrimonio diferente, íntimo, más distendido de lo habitual. Optamos, finalmente, por casarnos de día, en el campo, con 100 invitados.

Me imaginé que estaríamos muy nerviosos y preocupados de todos los detalles hasta el último momento, pero desde que despertamos ese día estuvimos completamente felices, no hay otra forma de describirlo.

Disfruté cada momento, desde el momento de arreglarme, ver a Rodrigo listo, durante la sesión fotográfica previa, el paseo en carruaje antes de llegar y el momento más emocionante: entrar juntos y ver las caras de felicidad de todos nuestros seres queridos al vernos.

Ni en mis mejores sueños me imaginé lo hermosa que fue esta experiencia. El ver a nuestra familia y amigos congregados, compartiendo entre todos la alegría y la energía de ese día fue algo que nunca había vivido antes. Ha pasado un mes y aún guardo, cada día, hermosos recuerdos y siento la mayor felicidad por haber tomado juntos esta decisión.