El matrimonio de Sebastián y Nazareth en Puente Alto, Cordillera

La crónica de nuestro matrimonio

Comenzó la locura bien temprano, cuando aún tenía que guardar maletas, adornar patio, iglesia y arreglarme yo. Mi familia en una constante tensión creciente porque mi hermana tomó muchos compromisos y más de alguno no llegó a cumplir, pero no nos adelantemos. Comencé la mañana por arreglar mi maleta para la luna de miel cuando mi madre me recuerda que debo adornar la iglesia. La verdad yo no lo había pensado así que tuve que correr, mi hermana me ayudó a terminar y tuve que ir por mis tortas.

Todo se veía hermoso y en la casa todo iba mejorando en apariencia. Luego me fuí a bañar cuando llegaron los fotógrafos y todos me llamaban a mi! Ja,ja, ja llegué a vestirme, a maquillarme y al peinado. Nuevamente debía hacerlo mi hermana, por lo que estaba atrasándome... mi hermano salió medía hora antes sin esperar a nadie, por lo que mi hermana no pudo llegar a la ceremonia. Yo estaba colapsando, aprendí la lección, debí compartir mejor mis planes y pedir más ayuda. Sin embargo, eso no detuvo la magía de unirse al amor de mi vida. La ceremonia fue muy linda, luego lanzamos el ramo, llegamos a comer y estuvo todo maravilloso, pues tengo buenos amigos que me apoyaron grandemente para hacer lo que quisieramos, todos la pasaron bien y hubieron juegos novedosos. Las palabras que nos dieron fueron desde el corazón y eso fue lo más importante. Luego nos teníamos que ir, porque teníamos reservación en el hotel, pero ahí empezó la nueva aventura... nuestro primer viaje solos por tanto tiempo y ahora como esposos.