El matrimonio de Sebastian y Valeria en Santiago, Santiago

Es así como llegó el anhelado día y yo después de ver todos los programas de novias del mundo, todos los trailers en Internet, era la protagonista del día. Empecé por arreglar la iglesia a las 10:00 de la mañana, muy relajada y contenta, con ayuda de mi familia, en la iglesia que se casaron mis padres, donde fueron bautizos y todas las celebraciones de mi familia e incluso el adiós de mi madre, quien estoy segura estuvo ese día junto a mí.

De vuelta en mi casa me esperaba la manicura, quien para mi sorpresa se demoró muchísimo en terminar mis uñas rojas, mientras mi maquilladora y ahora amiga empezaba su trabajo. Hasta que se retira la manicura y para mi horror llega el fotógrafo y camarógrafos. Cuando miro el reloj ya era las 17:30 de la tarde y yo me casaba a las 18:00 horas. Fue entonces cuando se bloqueó mi pobre cerebro y no supe más de mi. Hasta que entré todos me ayudaron a vestirme, a subir al auto y a llegar a la iglesia a las 18:30. ¿Les confieso algo? nunca me sentí tan nerviosa en mi vida al ir en el auto, tiritaba después de estar tan relajada en todo el proceso, incluso estaba sin expresión facial, de los nervios, pero ahí estaban mis sobrinitos y primitos de pajes esperándome preciosos y al final del camino el hombre de mi vida con lagrimas en los ojos, aunque lo cierto es que no vi a nadie de nervios y recordé todo con el paso de los días.

Les puedo decir que tuve la ceremonia más hermosa del mundo con un sacerdote cariñoso y comprometido con nosotros, nuestros seres amados, nuestros corazones y vidas unidas para siempre y dios y la virgen de nuestro lado.

Fue un día maravilloso, una cena preciosa, discursos inolvidables, todos lloraban, y yo me sentí la mujer más afortunada del universo, con un matrimonio perfecto, precioso, bueno, emocionante y divertidísimo, como todos me comentaron. Con los días supe que hasta la torta se había derretido, pero ya nada importaba porque lo más importante estaba, que era el enlace eterno con mi amor.

Y hoy vivimos felices y orgullosos de lo que logramos, sobre todo al ver el video y las fotos revivimos ese mágico día con todos sus detalles y hasta el día de hoy se nos llenan los ojos de lagrimas al verlo.

Éxito para todos en este mágico camino, solo que se pasa volando, pero la sensación queda para siempre, y no teman si algo falla, en el momento es irrelevante y se superara sin que se den cuenta.

Un abrazote a todos, que sean de corazón muy felices para siempre y que esa alegría la mantengan a pesar de todo y puedan separar los conflictos de la persona que tienen a su lado, que los acompañará para siempre. Gracias por todo y que vivan los novios. Hasta siempre querida comunidad.