El matrimonio de Tricia y Genaro en Temuco, Cautín

Entré en nerviosismo que aún no era pánico, pero cerca, mi papá no llegaba, horror.

Mi cuñada me preguntaba que dónde venía que el civil ya se quería ir, bueno la cosa es que entramos al local y de repente siento que me toman de la mano. Uff era mi papá.

Pongo pie en la entrada y todos se dan vuelta (estaban esperando que entrara por otro lado) y comienzan a aplaudir, mi canción suena (Longing to Belong de Eddie Vedder), que emoción. Camino hacia donde habían puesto el altar improvisado, estaba todo hermoso, la lluvia arreciaba más que nunca, terrible, pero hasta el civil se veía aliviado.

La ceremonia fue linda, nadie le tenía fe al civil que se veía super estirado y serio, a veces como que le ponía caras a mi sobrina que se quejaba y hacía ruido. Lo formal y legal terminó, firmamos todos (se equivocó en el nombre de mi padrino sí) y comenzó con la parte del intercambio de anillos, contó una historia de por qué anillos, resulta que uno puede otorgarle un inicio, pero no tienen fin, lindo. Luego todos me dijeron que estuvo muy buena su intervención, romántica. Nos reímos cuando dijo que eran de materiales preciosos como el oro (los de nosotros son de acero quirúrgico, pero pasar piola).

Llegamos al sí, yo apenas lo pude pronunciar porque me embargaba la emoción, de atrás escuché un "awww", Genaro fue más seguro, pero siempre con su mirada cálida y llena de amor, protector me pasó un pañuelo.

Marido y mujer al fin. Saludamos y abrazamos a cada persona que se encontraba ahí, hacían fila para hacerlo, es genial, todo fue genial.

La comida le encantó a todo el mundo, el postre, cóctel, traguitos y un largo etcétera. La fiesta igual, bailamos literalmente hasta que el último invitado se fue.

Le cantamos cumpleaños feliz al suegro de mi hermana que cumplía ese día 80 años. El viejito como tuna y es un caballero excepcional así que obvio merecía la atención.

Un día de altos y bajos, emociones y alegría que jamás olvidaré. Hoy a casi un año sigo emocionándome con el recuerdo. Esperamos a nuestro primer hijo/a, nuestra familia crece y más que nunca estamos juntos y compenetrados en esta aventura que espero no termine jamás.

Gracias a todas las chicas que compartieron conmigo durante el año pasado, me ayudaron mucho a hacer de este día especial y hermoso, a Monse que estuvo todo el tiempo y con cariño nos daba consejos e ilustraba con fotos e ideas.