El matrimonio de Yannick y Pamela en Viña del Mar, Valparaíso

Cuando terminó de peinarme y maquillarme, mi mamá ya debía irse y yo aún sin vestirme y esperando que llegará el fotógrafo. Tuve que vestirme con una vecina amiga, gracias a ella pude colocarme mi vestido y quedar bien amarradita. Por una parte fue mejor que mi mamá no me vistiera, sino se me hubiera corrido todo el maquillaje al verla llorar. Mi padre aparece en el living, yo ya estando lista para irme, y él radiante y bello, parecía el novio.

Un amigo manejó el auto y nos fuimos a Viña, iba muy nerviosa y pensando que esto en verdad era un sueño, no lo creía. Cuando ya íbamos llegando nos llaman para avisar que una de las pajes (mi sobrina) aún no llegaba, y con 15 minutos de retraso, tuvimos que entrar. Mi suegra con mi novio (en ese entonces), mi otra pajecita con las damas de honor y luego yo con mi padre. Mientras iba caminando miraba la cara de mi novio, las caras de mis amigos familiares, y realmente es algo inexplicable, una alegría inmensa y feliz de tenerlos a todos ellos en ese momento. Al llegar al altar y verlo de frente fue realmente bello, me repetía una y otra vez que me veía hermosa y el parecía sacado de un cuento, fue muy emotivo ese momento, me aguanté las lagrimas y tiritaba mucho de nervios.

La ceremonia fue maravillosa, cercana, dinámica, de muchos consejos y mi sorpresa para mi marido salió hermosa, le canté en el altar "Llegaste tú" de Luis Fonsi, violín y guitarra en vivo, resultó mas lindo de lo que ensayé. Solo lo mire al él, su cara al cantarle frente a todos era de emoción y luego me decía por que haces esto, con carita de gato con botas.

Al llegar al evento todos contentos y felices de la organización, de los detalles que realizamos, las letras gigantes, kit antiresaca, recuerdos, todo hecho por mi. La productora maravillosa, el DJ y animador hicieron una fiesta a otro nivel, muy alegre, chistosa, fuera de lo común y la música motivó toda la noche.

Mis padres nos tenían una enorme sorpresa, nos regalaron un autito precioso, algo totalmente inesperado y que me hizo correr lágrimas de felicidad y gratitud. Realmente se pasaron, no lo podría creer, era como de película. Mis viejitos son lo mejor, siempre piensan en todo, si hay algo que agradezco a dios y a la vida es tenerlos a mi lado y ser su hija.

Fue una noche muy bella, lo disfrutamos al máximo, evité preocuparme de cosas pequeñas y lo aproveché, porque si algo me habían advertido era que esa noche pasa en un abrir y cerrar de ojos.

Estoy demasiado feliz de haber dado este gran paso con mi bonito y seguir sumando amor y momentos juntos y como decía el cartel que hicimos que llevaba la pajecita. Esto recién comienza.