Antes del matrimonio hablamos con él y le enviamos toda la música que deseábamos tanto para la cena como para la ceremonia. Esto ocurrió con semanas de antelación.
Antes del matrimonio nos dijo que había tenido algunos problemas bajando un par de temas, pero eso fue todo, por lo que creímos que estábamos bien, pero el mismo día del matrimonio nos salió con que no había podido bajar casi ninguna de las listas y que, por lo mismo, iba a tener que usar unos de los pocos temas parecidos a lo que le enviamos que logró descargar.
Claramente: nada de preocupación previa. Por supuesto, casi nadie bailó. Nosotros quedamos con un mal sabor en la boca: nos esmeramos en hacer las listas y si bien se entiende que a lo mejor no pueda usar toda la música, mínimo que nos avise antes del mismo día si tenía este nivel de problemas con las indicaciones que le habíamos dados. En la fiesta, no vimos ni un ápice de esfuerzo y ni unas disculpas nos ha dado. Estamos muy decepcionados, no volveríamos a contratar por nada del mundo.