Destaco a Natalia Seguel y todo su staff en la confección del vestido de novia. La recomiendo a ojos cerrados. Su ayuda para concretar esta especial misión fue crucial. La recomiendo sin ninguna duda.

Andaba en búsqueda de diseñadora y me recomendaron el Atelier de Natalia. Fui con ánimos de que fuera una opción, pero entré al hermoso y acogedor lugar. La conocí a ella a través de una tacita de café, conversamos en relación a mis deseos y salí de ahí sabiendo que la había encontrado. No busqué más, era ella la elegida y no me equivoqué. Lo que yo deseaba como vestido, no lo veía en ninguna tienda online, ni presencial pero ella cumplió con el sueño y más. Cumplió con todos los plazos, minuciosamente nos reunimos a armar los bosquejos y religiosamente cada mes nos juntábamos para tomar decisiones en conjunto respecto a mi vestido. Eso se lo agradecí mucho a Natalia pues respeta la opinión e ideas de la novia y a la vez te aconseja con dulzura cuando algo no te viene o no te favorece. La selección de telas y la manufactura son de calidad, ella es detallista y sofisticada, eso se proyecta en sus vestidos. ¿El resultado final? Ya van casi dos meses de mi boda y aún me dicen: "Es el vestido más bello que he visto", "Te veías hermosa" , "Parecías una diosa griega" y "Tu vestido era elegante y único".

Ella estuvo a cargo de los vestidos de mis damas de honor, realizó un trabajo maravilloso y profesional, adaptó la idea al cuerpo de cada una de ellas y eran 7, nada fácil dejarlas a todas felices. Se veían hermosísimas. Si no hubiera tenido ya mi vestido, sin duda hubiera realizado mi vestido con ella. Totalmente recomendada.

Natalia me asesoró desde el primer día de reunión de coordinación y aunque yo le di poco tiempo, me entregó un trabajo excepcional.
Con todo el tiempo que se le dedica al vestido uno va creando vínculos significativos con Natalia; le estoy inmensamente agradecida, porque conceptualizó lo que tenía en mi cabeza y lo transformo en un vestido lleno de sentimientos que tomo vida propia, fue muy profesional. Se tomó el tiempo de bordar las mostacillas, fue un trabajo prolijo, dedicado y sumamente elegante y delicado.